Pagar por sexo forzado

Fuente: España. Defensor del pueblo.- La trata de seres humanos en España: víctimas invisibles. Pg 151.
Según los cálculos de la ONU, alrededor de 800.000 personas son víctimas de la trata de seres humanos cada año en el mundo para vivir en condiciones de esclavitud, sexual o laboral. El número total acumulado es mayor que el de esclavos trasladados desde África hacia América durante los casi cuatro siglos que duró este comercio entre ambos continentes. De esas 800.000 personas anuales, 100.000 están en Europa, donde el grueso del tráfico afecta a mujeres destinadas a la prostitución, provenientes de Europa del Este, África y América Latina. El crecimiento del fenómeno a causa de la crisis económica ha motivado varias iniciativas nacionales y comunitarias, como la elaboración de una Estrategia de la UE contra el tráfico de personas, para el periodo 2012-2016 , o la formación del grupo “Parlamentarios contra el tráfico de personas”, financiado por la Unión Europea, que se propone coordinar las actividades legislativas parlamentarias para combatir esta plaga, especialmente en lo que se refiere al tráfico de menores. El grupo acaba de celebrar un seminario en el Congreso de los Diputados español.
Los informes policiales y las estimaciones de organismos internacionales muestran que España es uno de los diez principales destinos del mundo del tráfico de personas, dirigidas en su mayoría a la prostitución, con mujeres que provienen sobre todo de Brasil, Colombia, Ecuador, Bulgaria, Rumanía, Ucrania, Rusia y Nigeria. Los informes policiales españoles, recogidos en una monografía sobre el tema de la Oficina del Defensor del Pueblo, muestran lo difícil que resulta combatir esta forma de esclavitud moderna. De sus datos se deduce que al menos el 10% de las mujeres que ejercen la prostitución en España lo hacen contra su voluntad, forzadas por redes que las mantienen en condiciones de aislamiento. Un 10% equivale a muchas mujeres en un país que tiene, según cálculos de la policía y la Guardia Civil, unas 100.000 prostitutas. El negocio de la prostitución es importante, el segundo más lucrativo en el mundo tras el tráfico de armas y por encima del tráfico de drogas. También es lucrativo para los medios de comunicación que incluyen la publicidad de los “contactos”. Algunos visitantes extranjeros se sorprenden al ver que en España hasta los periódicos más serios incluyen sin rubor esta amplia sección de contactos.
España es además uno de los países con más consumo del sexo de pago, con un 7% de los varones usuarios habituales y con clientes cada vez más jóvenes, según relata la policía. Algunos de esos clientes denuncian ante la policía casos de prostitución forzada, pero el número de denuncias de clientes es pequeño en comparación con el de casos descubiertos por la policía o la Guardia Civil. ¿Cómo es posible que tantos varones sean indiferentes hacia la situación de la mujer por la que pagan?. Hacen falta campañas de concienciación para que los clientes se conviertan en los primeros enemigos de las redes de prostitución forzosa. En el 2009 España aprobó un Plan Integral contra la trata de personas para la explotación sexual que ha desarrollado varias campañas de este tipo, pero su alcance ha sido pequeño (anuncios en la prensa, exposiciones…). Quizá serían necesarias campañas preventivas más directas dirigidas a los usuarios para explicarles cómo detectar los casos de prostitución forzada.
Si la sorpresa es grande mayor es la indignación que se siente al leer que el siglo XXI no sólo existe la trata de seres humanos sino que además España está entre los 10 principales destinos de “la trata de mujeres” Es tan terrible esta situación que hablar de desigualdad en este campo hasta hiere, pero ahí está. Mujeres que por su posición económica y cultural son más vulnerables a caer en las redes de uno de los negocios más lucrativos y antiguos del mundo. Como bien se dice, es necesario actuar contra esta plaga desde las inIciativas legislativas, pasando por la prohibición publicitaria de esta “actividad” ( es increÍble que un prestigioso periódico como El País contenga unas buenas páginas dedicadas a contactos) hasta lo que en mi opinión en básico y fundamental formar, más que informar, tanto a los actuales usuarios como a los potenciales , jóvenes, mediante campañas divulgativa y educativas.
¡Puteros! Está claro que estamos rodeadas de puteros aunque no lo sepamos, si es que todas esas cifras -siempre difíciles de contrastar- son ciertas. Pero ¿quién le pone el cascabel al gato?. Pretender que los “usuarios” se hagan cargo de la situación de las mujeres con las que comercian peca, quizá, de buenismo y tampoco cabe esperar que los prostíbulos y prostitutas tengan un sello de “sexo no forzado”. Pero, no estaría de más, que se trabajara con más ahínco en sacar de calles y burdeles a quienes están por la fuerza, aunque eso tope con mafias del sexo y sus buenos abogados y, por supuesto, poner en vergüenza a los medios de comunicación que se lucran con su publicidad. Algo que, quizá, podría hacerse desde las redes sociales apoyando iniciativas de denuncia.
Me pasma que la autora indique que la Policía es la fuente de referencia para afirmar que el 7% de la población de varones españoles es usuaria habitual de prostitución. Sospecho que la Policía no dispone de datos sobre tal asunto, en particular porque la Policía se dedica a reprimir delitos y no a hacer estudios de consumo. Además, el artículo es un compendio de trivialidades, estereotipos y verdades oficiales que no casan con la vocación científica de su autora.
Por otro lado, la constatación de que el modelo de represión de la trata y de gestión de las víctimas es un fracaso se deja siempre de lado; porque a fin de cuentas, cuestionar ese modelo es poner en duda las cantidades ingentes de plata que se están gastando para nada.
En fin; que las mujeres seguirán siendo esclavizadas mientras los recursos públicos siguen poniéndose en los lugares equivocados a disposición de las personas menos adecuadas.
La fuente sobre el uso de la prostitución por parte de los varones españoles no es la Policía sino una ya antigua encuesta del CIS. Otra más reciente, del 2008, indica que el 22% de los hombres ha pagado más de una vez por mantener relaciones sexuales (http://www.cis.es/cis/export/sites/default/-Archivos/Marginales/2780_2799/2780/ES2780.pdf). La fuente es la Policía en lo que se refiere a la segunda parte de la frase, es decir, al hecho de que los clientes de la prostitución sean cada vez más jóvenes.
En el estudio que usted menciona, el 4,2% de los hombres manifiestan no haber tenido relaciones sexuales nunca; y el 21,9% que usted indica refiere a los varones que han mantenido relaciones sexuales y no al total de varones; Además, hay que ajustar el número de hombres que pagan por mantener relaciones sexuales con otros hombres, puesto que esa categoría no entra en la definición del problema que se relata en su artículo.
En todo caso, no pretendo reducir la importancia del problema que refleja; de hecho creo que el problema es más grave aún porque tiende a aumentar; y sólo quería dejarle claro que las fuentes policiales no son ni fiables ni veraces; en primer lugar porque no se fundamentan en datos contrastados y sistemáticos, sino en percepciones de funcionarios más o menos experimentados, y en segundo lugar, porque las características internas de los cuerpos policiales deforman la percepción de la realidad y la adaptan a la propia visión organizativa.
Un saludo
Fernando Moreno
Releo la publicación y me encuentro ante una polémica antigua. La realidad es muy similar a como se plantea en el artículo. La solución solo pasa bien por una prohibición de la prostitución total y absoluta, o una legalización total y absoluta. No hay medias tintas. Si se pasa a un estadio de prohibición lógicamente estaremos condenando a esta mujeres-víctimas a la absoluta clandestinidad, lo que sería seguramente un flaco favor. Quizá sería más adecuado un sistema como el holandés, locales registrados, pagando impuestos y trabajadoras con todos sus derechos, pero insisto es un problema que no se puede atajar con tibieza, o como en España, con medias tintas….
Eugenesia Social es mi twitter allí pueden ver las barbaridades que nos piden los puteros, sexo sin condón, con drogas, regateos, agresiones.
Debería prohibirse esta mierda de actividad, lo hacemos la mayoría por falta de oportunidades y porque tenemos muchas responsabilidades, ya sea hijos, deudas, etc.
Es asqueroso estar con un hombre que no te gusta. Y ellos lo disfrutan parece.
Es una forma de abuso sexual, porque lo haces por el dinero, no porque desees tener sexo.
SAlvo cuando son atractivos y ahí bueno te puede llegar a gustar.
Y creo que son la mitad de los hombres los que pagan por sexo, hay prostitutas mujeres, transexuales, hombres. Y los puteros son todos hombres, mujeres puteras es anecdótico.